Una de las partes importantes dentro de Rotaract es la convivencia y la cooperación entre clubes. Y cuando nuestro Club hermano ULSA organizó en el mes de noviembre una entrega de libros de texto a una escuela primaria de la ciudad de Cuernacava, Mor., el CRCM decidió unirse a la actividad donando una buena cantidad de libros y también acompañando a las chicas del Club ULSA en la entrega.
La cita para salir fue en las instalaciones de la ULSA. Desde muy temprano miembros de diferentes clubes del distrito fueron llegando para ir subiendo los libros al autobus que habría de llevarnos a la mencionada escuela. Una vez que los confirmados al evento arrivaron, y que los libros ya estaban arriba del camión, nos dirigimos a Cuernavaca no sin antes hacer escala para disfrutar de unas ricas quesadillas para cargar energía.
Una vez llegados al lugar donde pernoctariamos, descendimos del autobus y comenzamos a sacar todos los libros que llevabamos para posteriormente separarlos por temas. Cuando finalmente terminamos esta ardua tarea vino una aún mas complicada: llevar los libros a la escuela que recibiría la donación. Fue complicada ya que era un camino empedrado, en pendiente y un poco largo. Sin embargo, la tenacidad y el buen humor que caracteriza a los rotaractivos salió a relucir y al final de la pendiente todos habiamos pasado ya un rato muy divertido.
La directora de la escuela fue quien nos recibió y nos ayudó a acomodar los libros que los diferentes clubes Rotaract habían juntado. Al final, ella nos dió un pequeño discurso agradeciendo la generosidad y el trabajo convocado por las chicas ULSA.
Esta actividad fue un ejemplo de como el trabajo en equipo es posible en Rotaract. Agradezco a las organizadoras del evento por la oportunidad de trabajar en favor de la educaión, por hacer nuevas amistades y por ayudar a que recibiera una de las bendiciones mas grandes de mi vida.
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