El pasado 20 de febrero asistimos por invitación del Club Rotaract de la Ciudad de México a un recorrido por la planta de Marinela. La visita inició con la proyección de un video en el cuál nos hablaron un poco sobre la historia de Bimbo, grupo al que pertenece esta marca, el cuál fue fundado en la Ciudad de México en 1945 y hoy en día se cuenta entre las empresas de panificación más importantes del mundo.
Sólo en México, cuenta con más de 150 marcas de reconocido prestigio como Bimbo, Marinela, Milpa Real, Tía Rosa, Barcel, Ricolino, Coronado, La Corona, Pastelerías El Globo, Suandy, entre muchas otras.
También nos explicaron que Grupo Bimbo cuenta con un Programa de Responsabilidad Social, que tiene por objetivo apoyar actividades dirigidas a participar activamente en los desafíos en los que la sociedad actual se encuentra inmersa.
Todos estábamos ansiosos por ir ya a la planta de producción y listos con nuestras bolsitas para ¡llenarlas de gansitos! Así que cumpliendo con las normas de higiene, nos entregaron una gorrita para cubrir el cabello además de que nos indicaron muy bien las medidas de seguridad que debíamos seguir.
La verdad es que resultó toda una sorpresa descubrir la manera en la que se preparan los pastelitos y galletas más famosos de México pues a pesar de que los hornos son inmensas máquinas totalmente automatizadas, en cierta fase del proceso, aun se requiere de la mano humana.
Cuando llegamos, estaban preparando las deliciosas canelitas en maquinas gigantes, capaces de hacer miles de galletitas en solo unos minutos. Vimos el proceso desde el inicio, cuando se hace la mezcla de los ingredientes, hasta el final, cuando salían las galletas ya empaquetadas. Listas para llevarlas a las tienditas.
En la siguiente parte del recorrido, descubrí que no hay ningún chef francés enrollando uno por uno a cada choco rol como en aquél comercial que salía hace unos años en la televisión. Al contrario, otra vez un enorme horno, produciendo cientos de estos rollitos en segundos. Lo curioso es que yo nunca había probado uno pero al ver como los preparaban se me antojó muchísimo y por fin, después de 27 años, probé mis primeros choco roles y ¡me gustaron mucho!
Así fuimos recorriendo cada parte de la planta, viendo como preparaban las galletas Sponch, el pastelito Napi, y terminamos con el rey (y abuelito, por eso de que tiene más de 50 años!) de todos los pastelitos, llegamos al área donde producen el delicioso Gansito, y todos fascinados viendo como se iba agregando cada uno de los ingredientes para después pasar por una cascada de chocolate líquido, luego otra cascada de chispitas de chocolate y luego por una cascada de aire helado para enfriar todos los ingredientes y poder empacarlo inmediatamente. Hasta se antojaba meter el dedo cuando la guía no nos viera para probar el chocolate mientras es preparaban los gansitos. Pero nos aguantamos las ganas, hasta el final, cuando para nuestra buena suerte, nos regalaron varios gansitos a cada quien.
Al final del recorrido, regresamos a la sala en donde nos recibieron al principio y nos obsequiaron más galletas y más pastelitos Marinela. Todos súper contentos por la visita que acabábamos de realizar y como niños chiquitos, comentando todo lo que habíamos visto minutos antes, sentados sobre una galletas Sponch gigantes. Eso fue lo mejor! :P
¡Gracias chicos por la invitación!
Diana Andrea López Victoria Escobar
